jueves, 8 de marzo de 2018

Madurez

Resultado de imagen de madurez
La gente inmadura que cae enamorada destruye la libertad del otro, esclaviza, crea una prisión. Las personas maduras enamoradas ayudan al otro a ser libre; ayudan al otro a destruir cualquier tipo de esclavitud. Y cuando el amor fluye con libertad hay belleza. Cuando el amor fluye con dependencia hay fealdad.
Una persona madura no cae enamorada, se eleva enamorada. Sólo la gente inmadura cae; tropieza y cae. De algún modo se las arreglaban y aguantaban. Ahora no se las arreglan ni aguantan. Siempre estuvieron preparados para caer a tierra y arrastrarse. No tienen columna vertebral; no tienen la integridad para sostenerse por sí mismos.
Una persona madura tiene la integridad para sostenerse por sí misma. Y cuando una persona madura ama, entrega su amor sin ataduras. Cuando dos personas maduras se enamoran, ocurre una de las grandes paradojas de la vida: están juntas pero aún tremendamente solas. Están tan juntas que casi son uno. Dos personas maduras enamoradas ayudan al otro a ser más libre. No hay política, no hay diplomacia, no hay intentos de dominación. Sólo libertad y amor.

viernes, 16 de febrero de 2018

Igualados

Único


Un amor único

Colección: Biblioteca Formentor
Número de páginas: 160
El relato de la gran historia de amor de los abuelos de la autora, que vivieron los momentos más dramáticos del siglo XX y se suicidaron juntos en un último acto de amor.

Sinopsis de Un amor único:
Vera e István han envejecido juntos. Él tiene una enfermedad terminal, y ella no quiere vivir sin él. Un domingo de otoño, desafiando las famosas palabras “hasta que la muerte nos separe”, deciden irse juntos para siempre. Ésta es una historia de amor excepcional, la de dos judíos húngaros que sobrevivieron al Holocausto, al alzamiento contra el gobierno comunista de Hungría en 1956, se refugiaron en Dinamarca, donde formaron una familia, y se suicidaron en 1991. Dieciséis años después de la muerte de sus abuelos, Johanna Adorján evoca el último día y la vida de esta singular pareja que murió igual que vivió, apasionada y desesperadamente. En una extraordinaria mezcla de crónica y recreación novelística, Adorján eleva una historia personal a la categoría de universal.

Libertad IV

LIBERTAD ES SÓLO OTRA PALABRA PARA...AMOR

Le doy a mi amada tanta libertad como me es posible. Así que a menudo, sin embargo, me pongo a mí mismo en una situación en la que resulto lastimado. ¿Significa esto que no me amo tanto, y es por ello que me coloco en segundo término?
Puede ser mucho más complicado de lo que piensas.
Primero, la misma idea de que tú le das libertad a tu amada es incorrecta. ¿Quiénes eres tú para dar libertad a tu amada? Tú puedes amar, y el amor implica libertad. No es algo que tiene que ser dado. Si tiene que ser dado, entonces vendrán los problemas que estás enfrentando.
Así que en primer lugar estás haciendo algo mal. Tú realmente no deseas dar libertad; te encantaría que una situación así no surgiera en la que tienes que dar libertad. Pero me has oído decir repetidas veces que el amor da libertad, así que te fuerzas inconscientemente para dar libertad, porque de lo contrario tu amor no es amor.
Estás en una situación agitada: si no das libertad, empiezas a sospechar de tu amor; si das libertad, que tú no puedes dar, el ego es muy celoso y planteará mil y una preguntas: “¿No eres suficiente para tu amante o querida, por eso ella necesita libertad, — libertad de ti para estar con algún otro?” Esto lastima, y es por ello que empiezas a sentir, “'me estoy poniendo en segundo lugar'.”
Dándole a ella libertad has puesto a algún otro primero, y tú te has puesto en segundo lugar. Eso está en contra del ego, y no va a ayudar de ninguna manera, porque tomarás venganza por la libertad que has dado. Te gustaría que se te diese la misma libertad — ya sea que la necesites o no, ese no es el punto — sólo para probar que no estás siendo engañado.
En segundo lugar, como tu amada ha estado con algún otro te sentirás un poco extraño con ella. Eso se interpondrá entre tú y ella. Ella ha elegido a algún otro y te ha abandonado; ella te ha insultado. Y tú has estado haciendo tanto; tú has sido tan generoso que le has dado libertad. Como te estás sintiendo lastimado, vas a lastimarla de una u otra manera.
Pero todo esto surge de un malentendido. No he dicho que si tú amas, entonces tienes que dar libertad. No; he dicho que el amor es libertad.
No es cuestión de dar. Si tú tienes que darla, entonces es mejor no darla. Continúa siendo como todos. ¿Por qué crear complicaciones innecesarias? Normalmente, ya hay suficientes.
Si tu amor en sí ha llegado a esa cualidad en que la libertad es parte de él, que tu amada no necesita incluso pedirte permiso...… De hecho, si yo estuviera en tu lugar y la amada me pidiera permiso, me lastimaría. Eso significa que no confía en mi amor. Mi amor es libertad. Yo la he amado; eso no significa que debería cerrar todas las puertas y ventanas para que ella no pueda reír con alguien más, danzar con alguien más, amar a alguien más… porque ¿quiénes somos nosotros?
Ésa es la pregunta básica que cada uno se tiene que hacer: ¿Quiénes somos nosotros? Todos somos extraños, y ¿en qué asuntos nos volvemos tan autoritarios que podemos decir: 'te daré libertad',” o '“no te daré libertad',” o 'si me amas, entonces no puedes amar a nadie más'”? Éstas son suposiciones estúpidas, pero han dominado a la humanidad desde sus mismos comienzos. Y seguimos siendo bárbaros; todavía no sabemos qué es el amor.
Si amo a alguien, estoy agradecido de que esa persona permitió mi amor, y no me rechazó. Esto es suficiente. Pero no me convierto en una cárcel para ella: Ella me amó, y como recompensa estoy creando una prisión a su alrededor; la amé, y ella, como consecuencia, está creando una prisión a mi alrededor. ¡Grandes recompensas que nos estamos dando el uno al otro!
Si amo a alguien estoy agradecido y su libertad permanece intacta. No es dada por mí. Es su derecho de nacimiento, y mi amor no se lo puede quitar. ¿Cómo puede el amor quitar a alguien la libertad, particularmente a la persona que amas? Es su derecho de nacimiento. Tú ni siquiera puedes decir: '“Le doy libertad'.” ¿Quién eres tú en primer lugar? — Sólo un extraño. Os habéis encontrado en el camino, por casualidad, accidentalmente, y ella fue cortés al aceptar tu amor. Sólo sé agradecido, y déjala vivir su vida como quiera vivirla, y tú vive de la manera que quieras vivir. Tu forma de vida no debería ser afectada.
Esto es libertad. Entonces el amor te ayudará a estar menos tenso, menos lleno de ansiedades, menos angustiado, y más dichoso.
Pero lo que sigue sucediendo en el mundo es justo lo contrario. El amor crea tanta miseria, tanto dolor, que hay gente que decide finalmente que es mejor no amar a nadie. Cierran las puertas de su corazón porque es simplemente un infierno y nada más.
Pero el cerrar la puerta al amor es también cerrar la puerta a la realidad, a la existencia; por lo tanto no lo apoyaré. Diré: ¡Cambia el patrón entero del amor! Tú has forzado en el amor  una situación fea; — cambia la situación.
Permite que el amor sea una ayuda para el crecimiento espiritual. Deja que el amor se convierta en un nutriente para tu corazón, y en coraje, de modo que puedas abrir tu corazón, no sólo a un individuo sino al universo entero.
Osho, Beyond Psychology, charla #25

Decisión II

NO TOMES DECISIONES POR LA NOCHE

Resultado de imagen de osho
Estoy en un momento difícil en la relación con mi novia y me planteo el continuar o no con la relación.
No te apresures, porque lo que ocurre es que la mente tiene momentos de claridad y momentos de oscuridad, momentos en los que es de día y momentos en los que es de noche. Durante el día, todo parece estar bien; puedes ver todo con claridad.
Cuando llega la noche, todo se vuelve oscuro y no puedes ver nada con claridad.
Imagina simplememnte: estamos aquí sentados, hay luz, puedes verme y puedes ver a todo el mundo a tu alrededor, ves los árboles afuera, y de repente se va la luz. Ahora no puedes ver a nadie, los árboles y todo lo demás ha desaparecido. ¿Puedes acaso decir que los árboles, que las personas que estaban aquí ya no existen? Si decides que es así, será una decisión un tanto precipitada. ¿No puedes acaso recordar que había luz hace un rato y la gente estaba allí y los árboles eran verdes y todo se veía con claridad?
¡Toma decisiones durante el día!
Cuando llegue la noche, acuérdate también del día, — no te olvides, — y pronto llegará un nuevo día. Y para tomar decisiones, es mejor que aproveches el día; así tu vida será positiva. Si lo decides en la noche, tu vida estará cargada de negatividad. Esa es mi distinción entre un hombre religioso y un hombre no religioso: El hombre no religioso toma decisiones en la noche, decide en un estado de negatividad. Es por eso que no puede decir que Dios existe; él dice que no hay Dios. Todos los ‘noes’ juntos, se convierten en un gran no: 'Dios no existe'. Todos los ‘síes’ juntos se convierten en un gran sí: '¡Sí, Dios existe!'.
Luego, ¡espera!  Las decisiones se tienen que tomar cuando haya luz.
Cuándo estés de nuevo amando a esa mujer, y las cosas estén fluyendo y todo sea maravilloso, extático, entonces decide, y si te quieres separar, ¡sepárate! Pero no decidas en la noche. Por eso te digo que lo prolongues, que lo observes. Y pasará.
Y también hay un tercer estado, el trascendental.
Cuando has visto muchas veces el día y la noche, entonces sabes que hay algo por encima de ambos. Tú capacidad de observación, está por encima de los dos.

Luego, hay tres tipos de decisiones. La primera es negativa, convierte la vida en un desierto. En ella nada florece, es una continua frustración, ¡es un infierno! La segunda decisión posible es 'sí', la decisión que tomas cuando hay luz; entonces tu vida se convierte en un gozo, en una celebración. Todo es un deleite y uno se siente feliz: esto es el paraíso. Y la tercera no es ni luz ni oscuridad; uno simplemente decide desde un estado de observación, desde todas sus experiencias de día y noche, uno toma la decisión. Esta es la decisión suprema, que hace que un hombre se ilumine. Luego, espera, observa, y deja que llegue el nuevo día, ¿mm? Entonces decide.

Osho, This Is It!, charla #3
(Este título ya no está disponible por requerimiento de Osho

Decisión III

El amor es más una decisión que un sentimiento

Fuente original: rincon del tibet blogspot

El amor está sobrevalorado

El tipo de amor al que nos referimos en esta entrada es al amor que se forma en las parejas y que no tiene mucho que ver con el amor incondicional o ágape, ese que reconoce que todos somos parte de lo mismo y que el bienestar del otro es tan buscado como el nuestro. Nos referimos al amor que justifica una unión o una relación.
Escuchamos cientos de veces parejas que se separan, justificándose con frases como:“es que ya no nos amábamos”, “dejamos morir el amor”, “se acabó el amor”, “cuando se acaba el amor nada se puede hacer”… Y todo el protagonismo de la ruptura se la lleva “el amor”, este tipo de amor tiene la ventaja de que puede construirse, puede decidirse y puede acabarse con la misma facilidad con la que una vez se declaró.
shutterstock_267560213
Por lo que podríamos decir que lo que se rompe realmente en las parejas es la disposición, son las ganas de trabajar en una relación, es el compromiso por una construcción conjunta. El amor real no depende las circunstancias, es porque es, se ama porque sí, independientemente de lo que podamos obtener de la persona amada. El amor real no se encarga de llenar vacíos o complementar, eso debería tener otro nombre para no confundirnos.
Este tipo de amores incondicionales no es frecuente en las parejas, puesto que la mayoría de ellas está buscando un sentimiento de bienestar junto a quien está, bien sea emocional, económico, social, familiar, etc. Y no se trata de juzgar este tipo de sentimientos, se trata de entender que lo que mantiene unidas a las parejas es la decisión racional de estar juntos, por lo que si esa decisión en alguna de las partes se modifica, el llamado: amor, comienza a morir.
Mujer-preocupada-entre-nubes
Durante ese proceso pocos se detienen a pensar a profundidad qué es lo que los está llevando a esa situación, tienen muchas emociones y se confunden entre la desolación, el despecho, la rabia, la frustración o en el mejor de los casos la liberación. Definitivamente todos tienen derecho a cambiar sus decisiones, incluidas aquellas que involucran a otras personas, pero sería de utilidad pensar que nuestro amor no es otra cosa que el resultado de un pensamiento, es decir, un proceso netamente mental y consciente, a donde dirigimos nuestras energías, nuestros recursos, nuestros pensamientos, hacia allá irán dirigidos nuestros sentimientos.
Esto puede sonar pragmático, pero si alguien deja de pensar en positivo de su pareja, la aísla de sus planes, no invierte su tiempo en ella, no dedica su energía, esto es la causa de que “el amor muera”, no la consecuencia. Obviamente las relaciones pasan por diferentes etapas y si la pareja se dispersa y no está clara en lo que conlleva y encierra cada una de ellas, incluyendo la etapa que le sigue a la inicial, donde la química está a flor de piel y las hormonas juegan un papel trascendental, pueden imaginarse que ya no sienten lo mismo, y es verdad, ya no sienten lo mismo, porque no son los mismos en primer lugar y porque han llegado a otro nivel donde hace falta centrarse y apostar por la relación, lo mismo ocurre cuando llegan los hijos, cuando llegamos a los 40 o cuando se presenta una tercera persona que despierta nuestro interés.
Cuando sientas que el amor está muriendo en tu relación, realiza un balance, ve hasta qué punto esa persona es importante en tu vida, si los planes en conjunto valen la pena, si tienen hijos a quienes criar… Y si tu balance da a favor de la relación pues piensa que el amor está sobrevalorado, que no es más que la forma como tú lo quieres ver y que como se ha apagado o mermado, así mismo puede repotenciarse.
Por: Sara Espejo Rincón del Tibet

Libertad III


Libro Once minutos“Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. 
Pero esto no es así: la libertad sólo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo.
Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso.
Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie.
Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: Tener lo más importante del mundo sin poseerlo.”
En Once Minutos, de Paulo Coelho